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La muerte de la primera mujer por aborto clandestino después del tratamiento y rechazo de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) en el Senado nos sacudió a todas/os.

La familia de la mujer fallecida, migrante paraguaya, no quiso exponer el caso y pidió confidencialidad. A partir de allí, los medios reconstruyeron la noticia, unos más cuidadosamente que otros. Inicialmente, se usó el nombre “Liz” para proteger su identidad; luego, se cambió por “Elizabeth”.

Las primeras informaciones fueron dadas por médicos que asistieron a la mujer que fue atendida en un hospital del Partido de San Martín y posteriormente trasladada al de Pacheco, donde falleció.

Algunos medios y, sobre todo, un conjunto de personas que activan públicamente (sobre todo mediante redes sociales) para negar el derecho a la IVE en Argentina, salieron a buscar datos de la persona fallecida. En este proceso, se expusieron fotos de una mujer que no corresponde a la persona que murió, sino a otra que está viva, reside en Paraguay y declaró negando ser ella a quien acusan de haberse realizado un aborto. Esto hizo que que se adjudique este caso a una “invención de las personas que militan por la legalización del IVE”.

Ciertos medios, en el afán de dar información, confundieron a las personas; descuidando la decisión de la familia que, en su vulnerabilidad, pidió no difundir nombre ni fotos, creando una situación de confusión. Es decir, un descuido de unos medios argentinos terminó haciendo que otros medios paraguayos nieguen la muerte de “Elizabeth”[1].

No queremos dar ningún dato sobre la víctima para proteger su recuerdo y a su familia de cualquier ataque por redes sociales o personales que puedan recibir de militantes antiderechos.

Lo que queremos remarcar es que las condiciones y el tipo de aborto al que accedió esta mujer, migrante paraguaya, trabajadora, muestra el grado de vulnerabilidad que tienen las mujeres migrantes en nuestro país, y lo marginadas que permanecen de los servicios de salud y del cumplimiento de sus derechos.

Además, la condición de migrante hace temer más por su seguridad jurídica, sobre todo en estos contextos de criminalización de las migraciones y de persecución a los colectivos migrantes. Esto genera una complejidad mayor a la hora de acceder a los hospitales y solicitar atención, dado que el aborto está penalizado en la legislación argentina, por lo que quien aborta comete un crimen.

Finalmente, el tipo de trabajo desempeñado por las migrantes paraguayas y las condiciones de contratación en Argentina, específicamente en Buenos Aires, en donde se emplean en el servicio doméstico y, generalmente, de una forma irregular o no oficializada, hace del embarazo una causa potencial de despido o de desempleo temporario que atentará directamente contra la supervivencia de la mujer migrante y su familia (en Paraguay o en Argentina)[2].

A pesar de que, en múltiples casos, migrar desde Paraguay a Argentina colabora con el aumento de la educación sexual y reproductiva, su situación es comparativamente peor que la de la población de origen argentino[3]. Diversos estudios[4] han señalado que las mujeres migrantes atraviesan múltiples complejidades respecto al acceso a los servicios de salud, puesto que se vinculan con el mismo de manera desigual, tanto en cuanto a la información como en lo que refiere a sus derechos y garantías[5].

Llamamos a seguir medios de comunicación que informen con responsabilidad y que, al tiempo de proteger los derechos de las mujeres, aporten a la construcción del pensamiento crítico con bases científicas y laicas.

Repudiamos la acción de los grupos antiderechos que violentaron la identidad de la mujer fallecida, sembrando la confusión que es funcional a sus prejuicios y a su campaña constante de socavar derechos de mujeres, migrantes, colectivos de la diversidad sexual, niñas/os y adolescentes.

Por “Elizabeth” y por todas las mujeres y personas gestantes, migrantes o no migrantes, que quieran habitar el suelo argentino, educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir. QUE SEA LEY.

 

[1] “Pro aborto de ashá “matan” a paraguaya”. Crónica-Paraguay. http://www.cronica.com.py/2018/08/21/esta-vivita-bebe-aborteras-asha-matan-paraguaya/

“Denuncia que en Argentina la dieron por muerta en aborto clandestino”. Diario Última Hora. Paraguay. https://www.ultimahora.com/denuncia-que-argentina-la-dieron-muerta-aborto-clandestino-n2702856.html

[2] Las migrantes paraguayas residentes en la CABA “en su mayoría trabajan como empleadas domésticas. Por tal motivo, el embarazo representaría un obstáculo y un riesgo importante de pérdida del empleo” (Informe OIM, OS y FEIM “Derechos sexuales y reproductivos de la población migrante de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires 2008-2009”).

[3] Wang, L. (2010) “Ideas y prácticas en torno a la Salud Sexual y Reproductiva en jóvenes migrantes paraguayas que se trasladan a la Argentina”, en eä Journal, Vol. 2, Nº 2. ISSN 1852-4680.

[4] Wang, L. (2010) “El impacto de la migración en la salud sexual y reproductiva de jóvenes paraguayas que se trasladan a la Argentina”, en Observatorio Latinoamericano 2. ISSN 1853-2713.

[5] “Migrantes Paragauyas no accedían a la salud sexual en nuestro país”. Noticia periodística de Cinthia López, ABC COLOR. Entrevistada Lucía Wang.

http://www.abc.com.py/edicion-impresa/locales/migrantes-paraguayas-no-accedian-a-la-salud-sexual-en-nuestro-pais-140713.html