PH: Para muchos argentinos Paraguay tiene una cierta imagen de país “aislado”. ¿Cómo creés que se construyó esa imagen?

ML: Es un país construido como poco importante, incluso desde antes de la guerra de la Triple Alianza. La guerra terminó de popularizar esa sensación además de país subordinado: como este mito de país poco desarrollado casi tosco, bruto. Este tipo de historias o de relatos que se escuchan mucho en Argentina y que se mantienen hasta hoy no sólo con el país sino con les paraguayes. Las personas migrantes de Paraguay que viven en Argentina son muchas veces concebidas como medio burros, tontos; se construye al guaraní como un idioma inferior, etc. Hay un conjunto muy amplio de prejuicios que alimentan esa leyenda de país aislado. Lo que sucede es que al ser construido como aislado e inferior hay un conjunto de decisiones y políticas tanto sobre currículos de historia como políticas o económicas que van en cierta forma haciendo de eso una realidad, lo van aislando.

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